Seguir conectados…
Como antiguo practicante de Artes Marciales, crecí escuchando ¨ no podes aprender de videos ¨, y aun hoy creo que nada puede reemplazar a la instrucción directa, presencial, dada por un instructor. Eso es lo que nos enseñaron los antiguos maestros, la enseñanza será dada de persona a persona…. Pero también nos enseñaron que debemos adaptarnos al cambio…… Y vaya que lo hubo…
Como dice el cuento El anillo del Rey ¨ esto también pasará ¨, lo que no significa que una vez que pase, las cosas vuelvan a ser igual que antes. El teletrabajo es una realidad que se venía dando en los últimos años, comenzó por las grandes empresas y tuvo un impulso en 2003 por la crisis global que causó el síndrome respiratorio agudo grave (SARS).
Con la llegada del Covid-19, muchas empresas optaron por minimizar riesgos y recurrir al trabajo remoto. Ya sea porque detectaron algún contagio entre su personal, por prevención y también, para estar preparadas en caso de una propagación masiva.
En la larga lista de los perjudicados por la pandemia, se encuentran los Gimnasios, clubes y entidades deportivas, no solo las de alta competencia, sino aquellas que se habían convertido en parte de una sana rutina en la población. Es cierto que especialmente en el Fitness la instrucción online ya se daba y aunque nunca es comparable con tener a un instructor presente que verifique los ejercicios, miles de videos de entrenamientos invadieron YouTube en los últimos años. En el caso de las Artes Marciales, aprender de un video siempre estuvo mal visto, lo que no nos dijeron es que entrenar a distancia por medio de una cámara se iba a volver la única opción. Y como diría Darwin en su libro El origen de las especies:
“Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la supervivencia, los más aptos ganan a expensas de sus rivales porque consiguen adaptarse mejor a su entorno.”
Así nos encontramos hoy ante la disyuntiva de adaptarnos a los cambios o perder toda posibilidad de seguir aprendiendo, aquella actividad física (arte marcial, fitness, Yoga etc) que tanta pasión nos despierta.
Mi visión, ya no como artista marcial sino como alguien que trabaja en Marketing hace tiempo, es que volveremos a los gimnasios y a los clubes, felices de compartir esa actividad que nos complementa como animales sociales. Así también creo que la Crisis dejará huellas profundas y cambiará nuestros hábitos. Las clases online han llegado para quedarse, no creo que reemplacen a lo tradicional pero serán un complemento, una herramienta que, aquellos formadores que decidan usar, marcarán una diferencia en cuanto a aumentar valor agregado a sus servicios. El arte seguirá dependiendo de los Maestros y la tecnología a través de la capacitación online, ayudará a sostener el sistema.
Sé que los más puristas, especialmente en el tema Arte Marcial, no estarán de acuerdo con mi pensamiento, habrá quienes vean esta opción solo como un negocio y otros que dirán que no hace falta, que con herramientas como Zoom, Skype, Hangout se puede dar clase tranquilamente. Y no es que lo niegue, al contrario creo que parte de la Academia Online debe contemplar Webinars (clases en vivo) y las herramientas nombradas serán de uso común. La realidad es que las clases de Artes Marciales en un principio comenzaron en lugares públicos, el concepto del Dojo o Gimnasio cerrado, vino a traer un sentido de pertenencia, a darle un marco formal. No está mal entrenar en una plaza, de hecho sigue siendo hasta aconsejable para ganar visibilidad en la comunidad. Pero tener nuestro espacio físico es una ventaja irrefutable.
Así mismo las Academias Online, permitirán no solo lecciones en vivo, sino también lecciones grabadas en un orden especifico, material descargable desde el sitio y un feedback con el Instructor. Hoy día estas academias son una opción para que miles de instructores de diferentes disciplinas sigan monetizando su enseñanza.
Ricardo Giorgi
Una Academia Online